Supongo que si voy a escribir mi biografía debo empezar presentándome. Pues bien, mi nombre es Lucía. Nací el 20 de octubre del 93, o sea que tengo 19 años. Soy gallega, aunque mi acento no siempre me delate, si lo hace mi uso de los verbos. A lo que iba, soy de La Coruña, y allí viví toda mi vida, hasta hace algo más de dos años, claro. La Coruña me gusta, es una ciudad pequeña que tiene de todo, con playas preciosas, gente simpática y un clima… especial, siempre oí que los extremos nunca fueron buenos, ósea que el tiempo de la Coruña debe ser perfecto, ni mucho frío, ni mucho calor, ¿Cómo es entonces? Pues depende, eso si, el pelo de Mufasa que se te pone, bien demuestra que la humedad allí de relativa tiene poco.
Desde que nací, viví en un piso en el centro de la ciudad,
en un edificio donde vivía toda mi familia paterna, ya que mi abuelo fue el que
mandó construirlo, y cuando tenía ya 12 años, nos mudamos a una urbanización a
las afueras de la ciudad, no os penséis que las afueras son muy lejos, que la
Coruña no da para tanto. Este cambio hizo que mi hermana Laura, que es tres
años menor que yo, y yo nos cambiáramos de colegio por primera vez cuando yo
iba a pasar a secundaria, ya que el colegio anterior nos quedaría “lejos” ,
entre comillas, de casa. No voy a hablar sobre ese colegio, debido a que solo
estuvimos un año, creo que eso ya dice bastante. En cambio el primero estaba
bien, era un cole de monjas, con muchísimos alumnos, una comida malísima en el
comedor (también tengo que decir que soy bastante crítica gastronómicamente
hablando, pero creo que era una opinión bastante generalizada), y unas
buenísimas clases de patinaje artístico, a las que fui cuatro años.
Después de nuestra estancia exprés en el segundo colegio, fuimos a un colegio de niñas, al principio era raro que no hubiera chicos en clase, pero luego se vio que todo tiene sus cosas buenas, y dejando ese detalle de lado, fue el colegio sin duda que más me gustó. El haber estado en tantos colegios, me ayudó mucho a conocer a todo tipo de personas, a abrir mi mente, a valorar que un profesor se preocupe más o menos por sus alumnos, y a muchas cosas que hicieron que ahora sea como soy.
Después de nuestra estancia exprés en el segundo colegio, fuimos a un colegio de niñas, al principio era raro que no hubiera chicos en clase, pero luego se vio que todo tiene sus cosas buenas, y dejando ese detalle de lado, fue el colegio sin duda que más me gustó. El haber estado en tantos colegios, me ayudó mucho a conocer a todo tipo de personas, a abrir mi mente, a valorar que un profesor se preocupe más o menos por sus alumnos, y a muchas cosas que hicieron que ahora sea como soy.
Tengo dos hermanas, de 33 y casi 17 años y un hermano de
casi 31. Mi hermana María, la mayor se casó muy joven y desde que tengo 11 años
soy tía, tengo tres sobrinos preciosos. Mi hermano Rafa hace poco descubrió la
importancia de estudiar y acaba de terminar la carrera, quien lo diría, estamos
orgullosos de el. Y a mi hermana pequeña, que ya no es tan pequeña solo le
queda un año de cole, desde pequeñas hemos estado muy unidas.

Yo estudio biología, tengo vocación de profesora desde que soy pequeña, aunque lo que más me gusta es cocinar y los niños. Entre mis amigos siempre fui la “mami del grupo”.
Me gusta madrugar y aprovechar las mañanas, arrastrar a mis amigos a todos los planes sea de día o de noche, patinar, nadar, viajar, salir a bailar, el cine, leer…y los helados en cualquier época del año. Siempre fui una niña tímida, que a veces le importaba demasiado lo que pensaran los demás, pero bueno, como quien dice, la vida me hizo aprender a que hay que superarse. ¿Mi vida en 600 palabras? Un reto.
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